Indicación Geográfica Protegida (IGP)
La Indicación Geográfica Protegida (IGP) es un distintivo oficial de la Unión Europea que garantiza el origen, la calidad y la reputación de productos vinculados a una región específica. Este sello certifica que al menos una fase clave de la producción, transformación o elaboración se ha realizado en la zona geográfica definida, y que las características del producto están directamente relacionadas con su origen.
A diferencia de la DOP (Denominación de Origen Protegida), la IGP permite una mayor flexibilidad, manteniendo siempre la trazabilidad y autenticidad del producto.
¿Qué garantiza la IGP?
- Un vínculo claro entre el producto y su zona de origen.
- El cumplimiento de estrictos estándares de calidad y trazabilidad.
- Un reconocimiento europeo de su singularidad y tradición.
Aplicable a:
Productos agroalimentarios, alimentos elaborados y vinos.
¿Por qué es importante reconocer la IGP?
Porque al elegir un producto con el sello IGP, estás apostando por:
- Calidad certificada por organismos oficiales.
- Respeto por el origen, las tradiciones y la cultura local.
- Consumo responsable que impulsa el desarrollo rural y protege el patrimonio gastronómico europeo.
Este sello no solo protege al consumidor, sino que también impulsa el desarrollo local, preserva tradiciones y fomenta la producción responsable. Reconocer la IGP es apostar por productos auténticos, con identidad propia y una calidad certificada.
Sello oficial
